Pagaría $100k para darle un abrazo más a mi abuela.
Ella creyó en mí más que nadie. Cuando dejé la universidad para comerciar durante 3 semestres y mis padres me cortaron el apoyo, ella me enviaba jamones enteros para que supiera que estaba comiendo. Durante un mes o algo así viví de ramen, huevos y jamón hasta que recuperé un poco de dinero.
Ella fue la dama más dulce y generosa que he conocido. Habría matado a alguien por cualquiera de sus 5 nietos y yo era su favorita. Nos metimos en muchos problemas con mis padres. Ella fue verdaderamente una de mis mejores amigas y la extraño muchísimo ca